Dilan un caso exitoso de oftalmología

Oct 05 2016

Dilan un caso exitoso de oftalmología

Un bebé que nació con ceguera debido a sus cataratas, caso poco común, que por fortuna pudo ser operado por el Dr. Cetina, y ¡ya comienza a ver!

Los milagros existen, y este tiene nombre propio; Dilan Javier Camacho G. Un pequeño que con tan solo siete meses de vida y que a pesar de llegar al mundo pese a todos los pronósticos que daban los médicos de sus pocas esperanzas de vida que le daban a sus padres de poder tener un hijo. Y llegó cuando Jaime Camacho y Emilse González padres de Dilan, aun no lo esperaban, ya que se adelantó 30 días antes de lo previsto.

Al poco tiempo de semejante suceso los padres del niño empezaron a notar que “en sus ojos tenía algo extraño, algo blanco y que el los movía hacia atrás, como tratando de buscar luz. Les dijimos a los médicos, y ellos respondieron que era normal”.

Los padres primerizos sabían que algo no andaba bien, y transcurridos algunos días los médicos le diagnosticaron tener síndrome de down, sumado a esto también la cardióloga le decía que él tenía un problema de corazón, , pero nunca que no podía ver.

Una vez salió de la incubadora, comenzó la lucha de estos padres que recurrieron a cuanto médico pudieron sin hallar respuestas; las citas con los especialistas por parte de su EPS nunca llegaron, y cuando finalmente logran una de estas, el especialista les dice que en efecto su hijo no veía, que había una posibilidad de recuperar su visión, pero sería con una cirugía y esta, solo se le podría hacer hasta cuando cumpliera los cinco años. “ Una funcionaria de la EPS nos recomendó a un doctor en Tunja, que atendía en Unicentro, y hasta allí llegamos”, dice Jaime.

Se trataba de la clínica de oftalmología del Dr. Cetina, quien decidió junto a un equipo interdisciplinar valorarlo y ponerse al frente de tan complicado caso. Tenía cinco meses cuando llegó. De entrada vimos que tenía falta de percepción, que no se podía movilizar dentro del espacio con sus ojos, que hacía movimientos voluntarios e involuntarios, porque a pesar de no ver alcanzaba a notar la luz. Así que la conclusión una: Dilan sufría de cataratas congénitas, una ceguera legal bilateral y un estrabismo o desviación de uno de sus ojos, sumado a los problemas cardiacos, pulmonares y cerebrales que aún se encuentran en estudio.

Estaba ciego por ambos ojos, veía algo de luz pero no definía de donde venía, así que decidimos que teníamos que extraer esa catarata, esa masa blanquecina que en condiciones normales debía ser transparente. Pero la operación sería costosa, los padres de Dilan, dos habitantes de Buenavista al occidente de Boyacá no tenían recursos ni trabajo, y con escasas rifas y colectas lograban reunir lo de los transportes semanales para los controles de su hijo.

Y cuando creían que todo estaba perdido En Opticlínicas donde el Dr. Cetina en donde se estaba llevando el caso decidieron apadrinar el niño y subsidiar la operación de sus dos ojos. Primero intervinieron el ojo derecho y a los pocos días Dilan ya vio. Dicen los padres casi entre llantos que “al acercarse ya los acaricia, al acercarle un juguete ya lo sigue y trata de cogerlo”. Pasado unos días el niño fue intervenido nuevamente a cirugía de su otro ojo para eliminar las opacidades y nuevamente el procedimiento fue un éxito y su pudo decir que: Dilan un caso exitoso de oftalmología.

La tarea ahora es darle unas gafas gruesas y hacerle ejercicios estimulantes tanto en Opticlínicas como con su padres; Así Dilan empezará a reconocer bultos, sabrá que ahí hay algo y aunque no logrará definir colores, o formas ni mucho menos detalles, las gafas le ayudaran en ese proceso hasta que empiece a ver figuras. Entre los dos y los tres años será sometido a una nueva cirugía para insertarle una nueva lente que le permitirá ver con mayor precisión, y probablemente sin necesidad de usar gafas tan gruesas.