GLAUCOMA: Ocurre cuando el nervio óptico se atrofia de forma severa, y puede causar ceguera si no se trata a tiempo. Su peligro radica en que se desarrolla sin causar síntoma alguno en un principio y cuando el paciente advierte el cambio, ya es demasiado tarde para tratarlo. En los países desarrollados, la mitad de los enfermos no saben que la padecen. En países en vía de desarrollo la tasa es más severa: el 80%. Encuentre en este artículo lo relacionado con el Glaucoma, exámenes, tratamientos y cirugías.
GLAUCOMA Y LA HIPERTENSIÓN OCULAR: Se refiere al desequilibrio de la presión en los vasos sanguíneos internos del ojo. Si la presión es mayor a 18 mm Hg, se considera peligrosa porque puede conducir a un glaucoma, lo que causa pérdida de la visión y posible ceguera. Por esta razón se debe vigilar cuidadosamente con exámenes regulares de oftalmología.
El Glaucoma, exámenes, tratamientos y cirugías. Si bien los daños causados por un glaucoma no pueden curarse, existen varias medidas para prevenir o frenar ésta condición y evitar nuevos efectos nocivos:
Gotas: Recetadas bajo fórmula médica, disminuyen la presión al interior del ojo al reducir la producción de líquido en su interior y facilitar su circulación por los vasos sanguíneos. Procedimientos láser: Al igual que las gotas, son ordenados por un médico, y disminuyen la presión ocular de la misma manera que las gotas.Cirugías: En caso de alguna obstrucción, se hace necesaria una intervención quirúrgica para abrir la pared del ojo y permitir que el fluido salga por ella. Otra opción es realizar un proceso llamado derivación, en el cual se implanta un tubo para que el fluido evacúe el ojo por él. Hay que tener en cuenta que el especialista debe determinar el tipo de cirugía a realizar, dependiendo de la edad del paciente, el tipo de glaucoma y el grado de desarrollo de éste.
Iriodotomía láser: Si hay un glaucoma agudo, o si el paciente tiene riesgo de padecerlo, se realiza esta operación para prevenir un aumento repentino y peligroso de la presión ocular. Se usa un láser para crear un pequeño agujero en el iris, creando así un canal alternativo por el cual puede correr el fluido del ojo de manera normal. Este proceso no afecta la visión y el paciente puede reanudar sus actividades normales al poco tiempo, siguiendo las indicaciones del especialista.
Trabeculoplastia láser selectiva ( SLT) para glaucoma de ángulo abierto: Es la opción más reciente para tratar este tipo de glaucoma: Se dirige un rayo láser de alta frecuencia al interior del sistema trabecular, o la principal región de drenaje de líquidos del ojo. El láser selecciona las células que va a tratar, dejando las demás intactas, aumentando así el drenaje de fluido acuoso del ojo y reduciendo la presión que, en la mayoría de los casos, es la causa del glaucoma.
Trabeculectomía: Durante ésta cirugía se crea un canal alterno por el cual sale el líquido del interior ocular, cuando las vías habituales de expulsión están bloqueadas. Después de su salida es recogido en un pequeño bolsillo donde el cuerpo lo absorbe, reduciendo la presión y así evitando más daños al nervio óptico. El paciente deberá utilizar gotas especiales, en las semanas siguientes a la operación, para evitar la inflamación y la infección, además de visitar al oftalmólogo para que éste controle el progreso de la operación y determinar si se necesita un tratamiento adicional.
Una persona en riesgo de padecer glaucoma debe visitar al oftalmólogo con frecuencia para mantener la calidad de sus ojos. Hay varios exámenes que pueden usarse para diagnosticar y tratar el glaucoma:
Oftalmoscopia: Se utiliza un microscopio especial para observar los nervios ópticos.
Fotografía del nervio óptico: Usando una cámara especial se toman fotografías del nervio óptico, que se usarán para analizar la evolución del ojo.
Tonometría digital: Se usa para detectar la presión elevada en el interior del ojo, y con ella un glaucoma potencial.
Paquimetría: El grosor de la córnea puede afectar los resultados de una prueba de tonometría digital: Gracias a una paquimetría se puede determinar dicho grosor y determinar la presión intraocular con más precisión.
Gonioscopia: El especialista observa el punto por donde debe drenarse el líquido en teoría, para ver si existe algún cierre o bloqueo que cause la presión
Campimetría visual computarizada: Detecta la pérdida de visión causada por el glaucoma: El paciente mira en línea recta en el interior de un aparato. Cuando se enciendan focos luminosos en su área de visión el paciente debe indicarlos para determinar su campo visual. En caso de que se encienda una luz y el paciente no la detecte, eso indica una zona del campo visual donde existe una pérdida de la vista.
Tomografía óptica coherente (OCT): Es un examen muy útil para detectar de manera temprana muchas de las enfermedades oculares imperceptibles que pueden desembocar en la pérdida irreversible de la vista: La degeneración macular, el glaucoma, y la retinopatía diabética, entre otras. Este examen es recomendado en los exámenes oftalmológicos de rutina, especialmente en pacientes mayores de 40 años. Es un examen indoloro que analiza las estructuras de las secciones posteriores y anteriores del ojo, generando imágenes altamente detalladas de ellas. Gracias a estas imágenes el oftalmólogo puede detectar cambios en el ojo causados por la diabetes y la degeneración macular.
Glaucoma de ángulo abierto: Común en los adultos mayores, ocurre cuando existen obstrucciones en el sistema de drenaje del ojo: Una sección conocida como sistema trabecular, ubicada en el ángulo del ojo donde se encuentran el iris y la córnea. Si este punto presenta obstrucciones, el líquido no puede salir, causando un aumento en la presión de los vasos sanguíneos. Si esta situación no se detecta y se trata a tiempo, cómo no presenta síntomas visibles, puede causar pérdida de la visión e incluso ceguera irreversible.
Glaucoma de ángulo cerrado: En este glaucoma, el ángulo de curvatura del iris hacia adelante es tan extremo, que esta membrana se cierra por completo y no deja pasa el líquido. Esto causa dolor intenso, ojo enrojecido, y náuseas. Es una patología tan dolorosa y peligrosa que, si no se opera de inmediato, puede causar daños irreparables a la vista. Se recomienda contactar de urgencia al oftalmólogo, o, en su defecto un centro de salud.
Glaucoma de ángulo estrecho: En éste glaucoma el iris se dobla hacia adelante, taponando el drenaje del ojo. Esto causa que el líquido no pueda ser expulsado y aumente la presión intraocular. Este tipo de glaucoma, al igual que el anterior, puede desarrollarse rápidamente (también existe la posibilidad de que sea lento) por lo cual el paciente debe hacerse chequeos rutinarios para prevenirlo, o acudir de inmediato a urgencias, según sea el caso. Normalmente ocurre en pacientes con hipermetropía, ya que sus cámaras anteriores son más pequeñas de lo normal. Al igual que el glaucoma de ángulo abierto, puede causar ceguera, en una condición sumamente grave conocida como glaucoma de ángulo cerrado.
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