El pterigio
Un tejido carnoso en forma triangular (de allí su nombre en griego, pteros) que surge en la conjuntiva, ya sea en el ángulo interno del ojo, o en la parte externa. Su crecimiento es variable: Puede aparecer sin aumentar de tamaño ni causar mayores problemas al paciente, o puede crecer hasta penetrar en la córnea y afectar la vista, pero esto último es poco frecuente.
Se sabe poco sobre sus causas: Es más frecuente en personas que pasan gran parte de su tiempo al aire libre, en climas soleados y secos especialmente. Dado lo anterior, se cree que recibir luz solar, la irritación causada por el ambiente seco, y el polvo son factores muy influyentes en el desarrollo de los pterigios. Asimismo, el síndrome del ojo seco es otro posible detonante de ésta patología.
Tratamiento
Las gotas lubricantes o ungüentos en la mayoría de los casos ayudan a reducir la inflamación en un ojo cuyo pterigio se ha tornado rojo e irritado.
Si afecta la visión por su tamaño o su crecimiento es demasiado rápido, se remueve por medio de cirugía, realizada en épocas del año en que la luz del sol no brilla con tanta intensidad, y por tanto los rayos UV no están tan presentes en el medio ambiente. La cirugía de Pterigio consiste en extirpar el pterigio e injertar una conjuntiva sana en el ojo para disminuir el riesgo de una reaparición.
Después de la cirugía de pterigios, el paciente deberá usar gafas de sol y evitar en todo momento ambientes secos y polvorientos.
La pinguécula
Es una masa semejante a un tumor, con forma de glóbulo amarillento, que aparece en la conjuntiva, en la zona más cercana a la nariz, aunque también puede aparecer en la región externa.
Surge como resultado de la acumulación de grasa y otros materiales, mala lubricación, y condiciones climáticas similares a las que originan al pterigión; A diferencia de éste, crece sobre la córnea, y no afecta la visión, hasta que ya está en un estado avanzado.
Tratamiento
La primera recomendación para tratar la pinguecula es evitar mirar al sol directamente y mantenerlos lubricados con gotas. En caso de existir inflamación en el ojo, se puede recurrir a la cirugía: La cicatrización como resultado de ésta es mínima, incluso comparada con la misma pinguecula.
Retos a futuro
A pesar de todos los avances tecnológicos y científicos en salud visual que se han dado en los últimos años, el pterigio sigue siendo una patología de difícil tratamiento, ya que la cirugía es la única opción para eliminarlo definitivamente, a diferencia de los intentos realizados con terapias: Esto se debe a que el pterigio, siendo una masa de tejido que se forma debajo de la conjuntiva, no es afectado por los intentos parciales de destruirlo. Sin embargo en Opticlínicas Tunja, hemos realizado una serie de cirugías que permiten obtener resultados 100% satisfactorios para nuestros pacientes.
De acuerdo a las estadísticas, la tasa de recaída del pterigio, cuando se usan técnicas convencionales, está entre el 20 y 40 por ciento; Por otra parte, el tratamiento convencional repetido presenta riesgos para la córnea como pérdida de tejido, cicatrices retráctiles, e incluso hay peligro de daños más graves.
Un procedimiento que se ha usado con mucho éxito para eliminar el pterigio es la plastia libre conjuntival: Consiste en limpiar exhaustivamente el área donde éste se encuentra y luego implantar una conjuntiva sana en el área donde antes se encontraba éste tejido anormal.
Es efectivo y seguro, especialmente para tratar los casos de apariciones continuas, ya que la córnea mantiene intacta su forma y características, y además reduce las posibilidades de nuevas apariciones del mismo. Es decir que con esto, la plastia, y la llamada plastia de limbo superior, reducen a un 1% las posibilidades de reincidencia.